Mezcle la harina, los huevos, la leche y las alcaparras con un poco de sal y pimienta.
2
Bata bien hasta formar una colada. Si le queda muy aguada, añada un poco de harina, si pasa lo contrario, añada más leche.
3
Caliente aceite y con una cuchara, saque pequeñas porciones y déjelas caer sobre las alcaparras hasta que se fríen o doren un poco. Sáquelas y póngalas sobre papel absorbente.
4
Agréguelas al caldo y déjelas reposar unos minutos. Sírvalo con cilantro rociado.