Echamos la nata líquida y el azúcar; conforme la nata se vaya calentando, removemos para que el azúcar se mezcle completamente.
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A su vez, ponemos las hojas o láminas de gelatina en remojo para que se hidraten y ablanden.
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En unos 10 o 15 minutos en agua, la gelatina estará lista para que la saquemos, la escurrimos y añadimos a la nata en el perol.
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Continuamos removiendo lentamente para que la gelatina se disuelva e integre junto a la nata.
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Una vez la gelatina esté mezclada con la nata, será el momento de que agreguemos el sobrecito de café soluble, de la marca o tipo que más te guste; removemos unos segundos y añadimos media copita de brandy.
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Continuamos a fuego lento removiendo hasta que nuestra mezcla sea cremosa y homogénea.
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A continuación, podemos cubrir los moldes con un poco de caramelo y después vertemos la mezcla en los moldes. Podemos usar un colador si queremos para echar la mezcla.
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Dejamos enfriar un poco antes de meter en el frigorífico.
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. Mantenemos en frío durante 8-10 horas hasta que haya cuajado completamente.