Pon los pimentones directamente en el fogón, quémalos hasta que estén completamente negros por todos lados (si se ponen blancos es que se está quemando la carne del pimentón y esto es lo que no debemos hacer).
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Cuando los pimentones estén negros, los metes en una bolsa con ayuda de unas pinzas y los dejas reposar hasta que estén lo suficientemente fríos para poder manipularlos con las manos.
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En una olla pequeña calienta la crema de leche y el queso crema hasta tener una mezcla homogénea; deja enfriar.
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En una olla pequeña calienta la crema de leche y el queso crema hasta tener una mezcla homogénea; deja enfriar.